Fuente: Prensa Latina (PL)
Más de cinco mil miembros del Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV) abren desde hoy sus campañas para primarias internas que definirán los candidatos de la organización a los comicios regionales.
La votación del próximo 1 de junio a la que se espera asistan unos dos millones de personas, fueron precedidas de un proceso de auto-postulación y compromiso de los aspirantes de cumplir con los principios del partido de ser electos.
La unidad como principio orgánico y el deber de gobernar en permanente contacto con el pueblo signan los juramentos realizados previamente a la selección de los candidatos socialistas.
Para el PSUV y otros partidos aliados las elecciones de gobernadores, alcaldes y diputados regionales del próximo 23 de noviembre significan la oportunidad de ratificar el proceso de cambios que encabeza el presidente Hugo Chávez desde 1999.
El mandatario venezolano advirtió que de ganar la oposición, el país puede estar en peligro de guerra interna en el 2009, porque sus enemigos presionarán desde los gobiernos regionales para sacarlo del poder antes del 2012 cuando cumple su mandato.
La oposición, por su parte, busca espacio con el oxígeno insuflado por su triunfo el pasado diciembre, cuando fue derrotado en referendo un proyecto de reforma constitucional presentado por Chávez.
Con más de cinco millones de miembros inscriptos el PSUV se propone llevar a esos comicios candidatos con una amplia base popular, por lo que decidió su selección mediante votación directa de las bases, mecanismo inédito en la política venezolana.
Posterior a las auto postulaciones se realizaron reuniones de los pre-candidatos con sus bases, que concluyeron ayer.
Del lado opositor, el proceso marcha también con gran profusión de candidatos, aunque con serias dificultades para alcanzar las candidaturas unitarias para enfrentar a los seguidores de Chávez que acordaron varios partidos.
Ese proceso aparece seriamente dañado por enfrentamientos entre las principales organizaciones opositoras, Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, que se acusan mutuamente de guerra sucia.
Punto de fricción principal es la alcaldía de Maracaibo, para la cual presentó ayer la candidatura el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, con utilización ilegal de fondos públicos, según denunciaron sus presuntos aliados de Primero Justicia.
La votación del próximo 1 de junio a la que se espera asistan unos dos millones de personas, fueron precedidas de un proceso de auto-postulación y compromiso de los aspirantes de cumplir con los principios del partido de ser electos.
La unidad como principio orgánico y el deber de gobernar en permanente contacto con el pueblo signan los juramentos realizados previamente a la selección de los candidatos socialistas.
Para el PSUV y otros partidos aliados las elecciones de gobernadores, alcaldes y diputados regionales del próximo 23 de noviembre significan la oportunidad de ratificar el proceso de cambios que encabeza el presidente Hugo Chávez desde 1999.
El mandatario venezolano advirtió que de ganar la oposición, el país puede estar en peligro de guerra interna en el 2009, porque sus enemigos presionarán desde los gobiernos regionales para sacarlo del poder antes del 2012 cuando cumple su mandato.
La oposición, por su parte, busca espacio con el oxígeno insuflado por su triunfo el pasado diciembre, cuando fue derrotado en referendo un proyecto de reforma constitucional presentado por Chávez.
Con más de cinco millones de miembros inscriptos el PSUV se propone llevar a esos comicios candidatos con una amplia base popular, por lo que decidió su selección mediante votación directa de las bases, mecanismo inédito en la política venezolana.
Posterior a las auto postulaciones se realizaron reuniones de los pre-candidatos con sus bases, que concluyeron ayer.
Del lado opositor, el proceso marcha también con gran profusión de candidatos, aunque con serias dificultades para alcanzar las candidaturas unitarias para enfrentar a los seguidores de Chávez que acordaron varios partidos.
Ese proceso aparece seriamente dañado por enfrentamientos entre las principales organizaciones opositoras, Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, que se acusan mutuamente de guerra sucia.
Punto de fricción principal es la alcaldía de Maracaibo, para la cual presentó ayer la candidatura el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, con utilización ilegal de fondos públicos, según denunciaron sus presuntos aliados de Primero Justicia.
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