Fuente: Radio mundo real
Organizaciones sociales, indígenas, campesinas y movimientos urbanos de América Latina emitieron una declaración de repudio a la III Mesa Redonda de la Soja Responsable, que empieza este miércoles en Buenos Aires, capital argentina. “Volvemos a rechazar este proyecto corporativo liderado por la WWF, el Fondo Mundial de la Naturaleza, los grupos sojeros de agronegocios AAPRESIDix de Argentina, ABIOVEx, MAGGI y APROSOJA de Brasil, DAP de Paraguay, Bunge y Cargill de Estados Unidos, la banca ABN-AMRO de Holanda y las ONG FUNDAPAZ de Argentina, GUYRA (Birdlife) de Paraguay, Solidaridad de Holanda, entre otras”, dice el documento.
Las organizaciones señalan que rechazan “plenamente todos los intentos de las corporaciones y las ONG de instalar en la opinión pública criterios de sustentabilidad o de responsabilidad en relación a los monocultivos de soja transgénica”. Explican además que los agronegocios son responsables de la devastación de los suelos, la deforestación, la contaminación de ríos y acuíferos, la desaparición de la biodiversidad, la expoliación del patrimonio natural y cultural y la eliminación de la agricultura familiar, que antes alimentaba a los pueblos.
Por su parte, el Grupo de Reflexión Rural de Argentina emitió un comunicado en el que señala que rechaza “las políticas de maquillaje de los agronegocios: la soja expresa las nuevas tendencias globales y es responsable de hambre, enfermedad y muerte”.
Los corresponsales de Radio Mundo Real en Argentina, Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik, entrevistaron a uno de los integrantes de esa organización, Jorge Rulli. “Para nosotros, la soja en realidad es responsable de muchos crímenes, de muchas muertes, de muchísima enfermedad, y de la muerte del suelo argentino, de la muerte biológica del suelo que está tomando caracteres realmente aterradores”, dijo el activista argentino.
Rulli consideró que la realización de la III Mesa Redonda de la Soja Responsable es un ejemplo del modo de avanzar de la globalización. Reconoció que la producción de soja y de agrocombustibles es parte de un proceso que tiende a profundizarse en Argentina y el Cono Sur.
“El modelo avanza implacablemente porque tiene su propia dinámica, la cual implica la llegada de fondos de inversión, estamos pasando de la producción de forrajes a la producción de agrocombustibles, y con la incorporación de nuevas tecnologías transgénicas”, dijo el integrante del Grupo de Reflexión Rural. “Parte de este proceso es por la necesidad de las empresas de mejorar su rostro internacional y proyectar o generar mercados calificados”, agregó.
El activista argentino sentenció que este modelo de desarrollo agrario “dejará de lado a muchísimos productores”. “En los años 90 fueron 300 000 y ahora no sé si no serán otros tantos”, dijo.
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