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El gobierno británico anunció la apertura de una investigación independiente acerca de la presunta colaboración de sus soldados en la tortura de prisioneros extranjeros en custodia estadounidense. El Primer Ministro británico David Cameron hizo este anuncio ante el Parlamento.
David Cameron dijo: “Se presentaron aproximadamente una docena de casos en tribunales con respecto a las acciones del personal del Reino Unido que incluyen, por ejemplo, que desde los atentados del 11 de septiembre podrían haber sido testigos de malos tratos tales como el uso de capuchas y grilletes. Esto provocó acusaciones de que Gran Bretaña podría haber sido cómplice en los malos tratos de los detenidos. Cuanto más tiempo se demore en responder estas preguntas, mayor será la mancha en nuestra reputación como un país que cree en la libertad, la justicia y los derechos humanos”.
Además de la investigación, Cameron también dice que Gran Bretaña podría pagar indemnizaciones a algunas de las víctimas de tortura que han presentado demandas en tribunales británicos. En una declaración, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) elogió la decisión del gobierno británico y exhortó al gobierno de Obama a seguir el ejemplo: “El gobierno de Obama no solamente debería poner fin a sus esfuerzos por evitar responsabilizar a los torturadores y hacer justicia para los sobrevivientes, sino seguir el ejemplo de Gran Bretaña y ampliar la investigación en este país”.
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